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La gran aventura

Vivir es la aventura más grande que existe

Agua y residuos. Rumah Hijau

Después de unos días conociendo gente y descubriendo la isla he averiguado un poco más sobre la gestión del agua, electricidad y residuos.

En Pulau Tioman el agua es gratuita, no tiene coste para el consumidor. El recurso proviene de los ríos que nacen y discurren en la isla. A pesar de ser una isla en la que habitan aproximadamente 400 personas, existen varios pueblos a lo largo de su costa. El interior de la isla está prácticamente invadido por jungla virgen. Cada uno de los pueblos de la costa se abastece gracias a un río diferente. El punto de captación se encuentra en la parte más alta del río, es decir, en la jungla.

Punto de captación de Tekek

Las pequeñas tuberías que componen la red de abastecimiento discurren como pueden a través de los árboles y se encuentran cubiertas por moho y vegetación.

Red de tuberías camino Juara

Gracias a la época de Monzón y a las lluvias esporádicas, no existen problemas de sequía en la isla. Sin embargo, las tuberías suelen atascarse debido a la presencia de hojas y ramas, por lo que existen diferentes «estaciones reguladoras» que facilitan la limpieza del interior de las tuberías. La red de tuberías que llega a los establecimientos y alojamientos no difiere mucho de la red de tuberías que vimos en Dharamkot (India). Al igual que en Dharamkot, también se almacena agua de forma individual en grandes bidones antes de su distribución a las habitaciones o estancias.

A pesar de ser un agua de buena calidad, en general la gente no bebe agua del grifo, debido principalmente al estado de la red de tuberías.

La red eléctrica discurre paralela a la red de abastecimiento de agua, aunque con una estructura algo más simple. Los cables atraviesan la jungla de un lado a otro de la isla, sorteando los obstáculos naturales como pueden. En este caso, la población sí tiene que pagar por su consumo.

Red eléctrica atravesando la jungla

¿Y los residuos? Pues ésta es la parte más interesante y más relacionada con el lugar en el que estamos alojadas. Hasta donde hemos averiguado, existen camiones (bastante modernos) que recogen la basura depositada en la isla. Sin embargo, salvo casos excepcionales, apenas se separan los residuos como plástico, latas y vidrio.

Por suerte, en el complejo en el que transcurre esta segunda temporada se desarrolla el proyecto «Rumah Hijau» que surge de la conciencia ambiental de uno de los personajes más importantes de esta segunda temporada, Sham. Para mí, el más interesante sin duda.

Rumah Hijau

Lo que he conseguido averiguar hasta ahora es que a través de este proyecto se pretende concienciar a locales y turistas de la importancia del cuidado al medio ambiente a través de diferentes enfoques. Es lo que he conseguido averiguar, porque aquí nada está definido, estructurado, ni organizado. He dejado volar mi curiosidad y he conseguido información de diferentes personas, páginas webs y, sobre todo, he observado.

Por un lado, este proyecto se focaliza en el papel indispensable que ocupa la gestión de residuos en una isla. Sham, a través de este proyecto y con la colaboración de ONGs, turistas, empresas y voluntarios construye papeleras que instala en diferentes puntos de la isla para recoger latas, envases de plástico y de vidrio. Creo que es necesario poneros un poco en contexto, sobre todo a aquellos que no estéis muy familiarizados con las fortalezas y debilidades de la gestión de residuos. Estamos en una isla Malaya (con las dificultades de gestión que una isla conlleva) en la que impera la ley islámica, por lo que no se sirve alcohol en los bares, si bien se permite la compra de alcohol en supermercados y su consumo en «privado». A mí esto me ha resultado muy curioso, trabajo en un bar en el que no se vende alcohol aunque sí se consume. El hecho de que el propio bar no venda alcohol (por ejemplo litros y litros de cerveza en forma de latas) no quiere decir que no tenga que hacerse cargo de los residuos que generan sus clientes, aunque compren las latas o el vidrio en otro lugar.

Y aquí es donde entra el proyecto como caballo de carrera desbocado (sí, echo mucho de menos los caballos... ¿Se nota?). A través del proyecto, Sham ha construido papeleras que permiten la recuperación de latas, botellas de plástico y de vidrio. Lo curioso de este tema, es que surge de Sham y no de ninguna entidad pública. Además de las papeleras, se organizan recogidas periódicas de residuos plásticos, latas y vidrio por la isla, a veces en colaboración con otras ONGs y a veces con algunas empresas (¿os acordáis de la iniciativa de «waste warriors» que os presenté en India? Pues es bastante parecida).

Empleados de un banco colaborando en el proyecto

Sham tiene tan claro como muchos países de Europa que lo que algunos llaman «basura», tiene un valor residual que merece la pena recuperar, ambiental y económicamente. Hasta donde he conseguido averiguar, una vez recuperados los materiales, el vidrio se tritura, las latas se prensan y el plástico se funde, para después venderse en la península y financiar el proyecto.

Papeleras que se construyen en el proyecto y se depositan por la.isla

Así explicado, puede sonar hasta complejo. Pero si echamos la vista atrás en España, Sham y su  proyecto estarían haciendo las veces del clásico chatarrero pero con pequeños materiales.

Nuestro compi de habitación Fabian lleva unos días colaborando.

Fabi during day time

Pero eso no es lo único que se hace a través de este proyecto. Otro de los enfoques de Rumah Hijau está centrado en la conservación de la vida marina, en concreto, en la preservación de los corales. Esta isla es un paraíso de fauna y flora. Y dos de las especies de fauna que más sufren el impacto humano son las tortugas y los corales. Los corales, que hemos recordado gracias a Fabian (biólogo marino y wikipedia andante) que pertenecen al reino animal, se dañan y mueren. Por eso, desde Rumah Hijau se organizan talleres para construir refugios de corales, que consisten en un bloque de cemento con varias botellas de vidrio ancladas a dicho bloque.

Estructuras para recuperar jardines de coral

La finalidad de esta estructura es servir de nuevo hogar a corales que están debilitándose. Para ello, las estructuras se dejan en una zona controlada del fondo marino, debido al peso del cemento la estructura se mantiene en el fondo sin problemas. Después, se toman corales débiles que se atan a las botellas a través de una cuerda, para proporcionarles un nuevo ambiente en el que crecer y desarrollarse. Periódicamente, los «huertos» de coral se vigilan y mantienen, para verificar que los corales se adaptan así nuevo entorno.

Hasta aquí el reportaje ambiental de Malasia, amigos, que no quiero aburriros con tanta curiosidad junta.

Os mando un beso desde mi mesa de trabajo.

 

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